Nuestro padre Jesús Nazareno despide cada año una semana de fervor religioso y gran tradición en Vera. La Real Archicofradía es la más antigua de las congregaciones de Semana Santa y cuenta entre sus imágenes con el popularmente conocido como “el niño”, el triunfo final de Jesucristo ante la muerte.
No se conoce con exactitud la fecha de fundación de la Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pero el primer dato escrito que se tiene es de 1674. Su presencia en la vida social de esa época ya estaba consolidada, como se demuestra en datos históricos, como que en el año 1680, el hermano Juan de Haro Gallardo ya dejó escrito en su testamento que era miembro activo de la Hermandad.
El Viernes Santo procesionan tres de las cuatro imágenes de la congregación. Entre ellas la imagen del Señor con la cruz al hombro en el momento del vía crucis, Nuestro Padre Jesús Nazareno es obra del escultor valenciano José María Ponsoda, del año 1940. Un total de 64 hombres la portan sobre un trono de estilo barroco en madera de pino dorado con pan de oro. Su año de realización fue 1995.
También hace estación de penitencia el grupo escultórico formado por las imágenes de Nuestro Señor y San Pedro en el momento del lavado de pies en la última cena. Se trata de una obra de Arturo Bayarri, realizada en 1941. Es portada por un total de sesenta mujeres, sobre un trono de madera de cedro de estilo rococó al que se le incorporarán bordados en seda natural y detalles de orfebrería.
Por otra parte, un total de 40 costaleros son los encargados de portar el grupo escultórico formado por la imagen de María Santísima de la Piedad arrodillada bajo la cruz con el cuerpo inerte de su hijo en su regazo, obra del imaginero cordobés Enrique Ruiz, del año 1999. Es portada sobre un paso barroco en madera de cedro, realizado el mismo año.
Finalmente, la Cofradía deja el triunfo final de Cristo sobre la muerte a la devoción popular. La última imagen en peregrinar lo hace el Domingo de Resurrección. Conocido popularmente como “El Niño”, la imagen que representa la resurrección cuenta con más valor sentimental que artístico. Son muchos los que cada año de forma voluntaria se van turnando para llevar el paso por las distintas calles del recorrido.
