El Aljibe, de grandes proporciones, está vinculado a la antigua Alcazaba. Se encontraría dentro de la zona amurallada del arrabal, pero fuera del segundo recinto fortificado.

Está formado por una nave hecha de lajas de pizarra recubiertas de mortero de cal impermeabilizante. Está cubierto por una bóveda de cañón construida con lajas de pizarra, en la que se abren tragaluces de ventilación para oxigenar. Hay autores que sostienen que pudieran ser unos baños árabes.

La datación es incierta, aunque se podría datar en torno al siglo XIV.

Los aportes de agua que recibía provenían, además de la lluvia y nieve,  de una canalización extramuros, desde la Sierra a través de un sistema de acequias del que aún se conservan parte. Las aguas de lluvia entraban al aljibe por una piquera en la calle de encima.

En la memoria colectiva de Fiñana, si retrocedemos en el tiempo encontramos que el Aljibe estaba siempre abierto, para que cualquier vecino pudiera utilizar el agua que allí se acumulaba para tareas domésticas, de construcción o limpieza de enseres.

Tras su desuso se fue colmatando de escombros y residuos hasta ser restaurado y puesto en valor como parte importante de la historia y el patrimonio fiñanero.

El aljibe se usó hasta 1969, aunque con la venta en 1960 de las dos horas de agua que tenía por derecho del Barranco de Sierra Nevada, fue quedando relegado, recibiendo sólo los aportes de aguas de lluvia.

En 1970 llega el agua potable a este Barrio de la Alcazaba y todo cambia. El aljibe quedó cegado a las aguas y se utilizó incluso como corral durante muchos años.

En su tarea por recuperar el patrimonio histórico y monumental, el Ayuntamiento de Fiñana procedió a la rehabilitación del Aljibe en el año 2001, que contó con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y Parques Nacionales. Desde entonces hasta hoy el Aljibe Árabe se ha convertido en un espacio singular en el que se han realizado diferentes actividades culturales como exposiciones de pintura, audiciones musicales o cursos de verano.

Es de destacar que este no era el único aljibe existente en la fortaleza. Hay otro de menores dimensiones y de mayor antigüedad dentro del segundo recinto de muralla, en la zona de residencia de los gobernantes. Se ubica en una casa situada a la izquierda de la entrada a la visita de la torre.