Fiñana, hidalga y morisca
Fiñana - Almería

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La estratégica situación de Fiñana ha determinado su extensa historia. Desde los primeros asentamientos prehistóricos en el entorno del Castañar, los restos de una villa romana y de un personaje de renombre, Lucius Alfenus Avitianus, a quien algunos autores atribuyen el primitivo origen de villa alfeniana, como antecedente de Fiñana, hasta nuestros días, todas las culturas y civilizaciones han dejado su impronta aquí.

En la etapa de Al Andalus Fiñana se configura como un núcleo referente destacado, por su posición estratégica para defensa y control del paso natural entre Granada y Almería y como centro productor de seda y tejidos, siendo el alfiñame referente.

La Alcazaba, construida a finales del siglo IX ha sido un referente en todas las etapas, incluso tras la reconquista por los cristianos. El propio Álvaro de Bazán, alcaide nombrado por los Reyes Católicos tras el 29 de diciembre de 1489, vive en ella y la defiende en etapas de turbulencia como en la rebelión de los moriscos. Hoy desde el Mirador acondicionado en uno de los torreones nos podemos hacer una idea de los tesoros de Fiñana: los históricos y monumentales y el gran tesoro natural de bosques, río, barrancos, y tantas maravillas naturales.

En un paseo por el casco histórico veremos los restos de la Alcazaba y su encantador barrio del mismo nombre, el Aljibe o antiguos baños, la Mezquita almohade y sus yeserías, referencia única de esa época en España; la Iglesia de Nuestra  Señora de la Anunciación, su artesonado mudéjar magistral y su historia, de la que se guardan tesoros en la Sacristía. Y el pasado recuperado en su Museo de Historia, que recoge la fusión entre la Fiñana hidalga y morisca, y recrea cada año  la estancia de los Reyes Católicos en 1489.

Y veremos también las historias de vida cotidiana recuperadas en su Museo Etnográfico.   Todo esto y mucho más es Fiñana.

También es cultura gastronómica, con la pervivencia de platos como la zaramandoña, las gachas, o la rica repostería de tradición andalusí. Y las fiestas conservadas en el tiempo, como El Corpus Cristi, la fiestas patronales en honor de San Sebastián y San Antonio Abad o la Romería de San Isidro.

Y, además, la Sierra mágica, que nos ofrece los otros tesoros, los naturales. Visitar el Centro de Interpretación del Medio Natural, hacer rutas a pie, en bici o a caballo, disfrutar de los pájaros, de las flores, del agua y de los sonidos de la naturaleza, y descansar en cualquiera de los magníficos alojamientos rurales existentes. Esto y mucho más es Fiñana, hidalga morisca y cien por cien natural.