Dentro de la Urbanización del Alamillo se puede visitar una balsa romana de distribución de agua, ya en uso en el s. I y de la que se pudieron estudiar también sus correspondientes acueductos de entrada y salida. El agua procedía de un manantial , hoy en día seco, que estaba situado a 5 Km. de la balsa, en la vecina zona de Balsicas.
La balsa es de forma rectangular y tiene unas dimensiones de 15.30 m x 12.30 m de lado y 1.35 m de profundidad, con lo que soportaría un importante volumen de agua. Los muros están construidos con piedra y cal, dos de ellos contra terreno, y los dos restantes reforzados por contrafuertes. Interiormente la balsa está enlucida con mortero hidráulico de opus signinum de color rojo. En las esquinas interiores y las uniones de las paredes con el suelo se mantienen los restos de las medias cañas de refuerzo para dar estanqueidad a la estructura, técnica habitual en compartimentos para líquidos romanos, que podemos apreciar también en las piletas o tanques de salazón. Junto a uno de sus muros se ven los restos del sistema de desagüe y el basamento de una escalera de acceso para limpieza.