Le Couvent de la Victoria es hoy en día uno de los principales escenarios de música clásica de todo el Levante almeriense; pero la historia ha hecho que el actual Auditorio Municipal comparta sus muros con el Museo Conventual de la Orden de los Padres Mínimos. El edificio, conocido también como Convento de San Francisco de Paula, fue habilitado por los Padres Míninos desde comienzos del siglo XVII hasta el año 1836, momento de su desamortización. Desde entonces han contado con un tesoro oculto que no se destapó hasta su última reforma.
El edificio está situado dentro de la cuadrícula que ocupó el primer recinto amurallado de la ciudad en el siglo XVI, próximo a la plaza mayor. En un principio contaba con una sola nave, pero en una reforma de la iglesia del convento en la que se sustituyó el tejado permitió la construcción de una nueva Capilla Mayor que se adosaba al templo, formando una planta de cruz latina. La obra se concluyó en 1790.
El convento fue demolido a finales del siglo XIX y la iglesia destinada a culto hasta 1936. A partir de ese momento se aceleró el deterioro del edificio y llegó a estar prácticamente en ruina. Algunos muros desplomados, techos derrumbados y desaparecido el coro, pavimentos y carpintería, dieron lugar a su rehabilitación como sala multiusos para alojar todo tipo de eventos: conciertos, teatro o exposiciones. La reforma también contempló la construcción de un pequeño edificio de nueva planta, destinado a camerinos y aseos, en un pequeño solar colindante que ocupaba la antigua sacristía.
Este proyecto no sólo devolvía el uso público al inmueble, también los trabajos de restauración destaparon una grata sorpresa; un tesoro tan oculto como desconocido en los últimos siglos. Como usted mismo puede contemplar, los revestimientos de las paredes del convento atesoran pinturas, dibujos y relieves que datan de principios del siglo XVIII, según una fecha escrita en uno de los frescos, y que no se han podido disfrutar hasta la última reforma. Así mismo se conservan las lápidas de las criptas funerarias donde se hacia enterrar las familias de la nobleza.
