Plaza de encuentro, de mercadeo, de negocio y también de paseo.

Desde el siglo XVI esta plaza ya se constituía como el centro neurálgico de la localidad y, como consecuencia, de toda la comarca del Levante. Reformada en varias ocasiones, su actual imagen data de finales del siglo XX.

Hoy día, su ubicación en el centro de la población le otorga un continuo goteo y fluir de gentes; ocupadas la mayoría, ociosas y pausadas sobre los bancos al pie de la céntrica fuente romántica de hierro fundido que data del siglo XIX o bajo el amparo de la majestuosidad que impregna la iglesia parroquial, una tradicional estampa para el recuerdo de cualquier viajero que pase por la ciudad, más aún si coincide con el tradicional mercadillo de los sábados.

Si miramos hacia el templo, nos encontramos con la iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Encarnación construida en la primera mitad del siglo XVI. En ella podemos observar una de las principales muestras de las edificaciones de iglesia-fortaleza propias de la etapa mudéjar-andalusí, encumbrada por cuatro imponentes torres, y situada para la defensa de un enclave cristiano rodeado de población morisca.

En su interior se guarda una de las joyas más valiosas para los veratenses, la imagen de San Cleofás, patrón de la localidad.

Si giramos hacia el lado derecho de la iglesia podemos observar el Ayuntamiento. Se trata de un edificio fundado a finales del siglo XVI y reformado con piedra de cantería en el XVIII. En su interior, además de despachos y dependencias propias del Consistorio, se ubica el Archivo Histórico, con una documentación histórica muy extensa que la convierte en uno de los fondos más relevantes de toda Andalucía, así como la sede del Museo Histórico Municipal.