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Nos encontramos en un lugar fundamental y clave en la historia de Beires. Este barranco y este puente marcan la separación entre la población originaria, el denominado barrio de El Zambrón, y la nueva, que se ha ido conformando desde los repobladores hasta nuestros días. Aquí se ubican elementos claves como La Ermita de Ánimas, con paredes encaladas y tejado a dos aguas. De pequeñas dimensiones pero muy apreciada por los vecinos, con larga tradición en el pueblo.

El Puente de El Zambrón comunica los dos barrios divididos por el barranco, El Zambrón, antigua población originaria, donde existen restos neolíticos, y Beires, que sería la expansión de la población. El puente, del siglo XVII, está construido en mampostería y ribetes de ladrillo de alfar. Al lado del puente, en alto, se encuentra la Balsa de La Pileta, que aún sigue en funcionamiento y que riega una parte de las huertas tradicionales. Sus aguas provienen de una mina cercana y su reparto se sigue haciendo por tandas. La Pileta, por su proximidad al núcleo urbano, también ha sido lugar de baño y diversión, de reuniones sociales y festivas.

Junto a la Ermita de las Ánimas se encuentra La Fuente del Chorrillo, elemento clave en la historia de Beires, que recoge el agua de la Acequia de Nacimiento. Ese lugar, que sería la entrada a la antigua población andalusí, también recoge la leyenda popular de una princesa nazarí que derramó aquí sus lágrimas por un amor perdido, lagrimas que se habrían convertido en perlas de cristal y agua que tendría la propiedad de embellecer a quien la bebe.

Muy cercano se encuentra el antiguo Lavadero, pilar que recibe el agua a través de la Acequia de la Almazara, tiene unido un túnel y otros elementos relacionados con la cultura del agua andalusí.

En esta entrada a El Zambrón también se encuentra uno de los murales realizados a iniciativa del Ayuntamiento, en colaboración con la Asociación de Mujeres Azucena del Andarax para embellecer el municipio. Este grupo de mujeres ha elaborado también otros elementos decorativos con objetos reciclados que decoran las calles del municipio, lo que lo ha convertido en atractivo especial.

Un paseo por estas calles hasta la zona más alta nos ofrecerá una visión muy hermosa, con la frondosidad del barranco, el blanco y la empinada calle que conserva el trazado original medieval.