El Museo abrió sus puertas el 10 de agosto de 2002 como lugar donde conocer la historia y vida diaria reciente de Fiñana, sobre todo de oficios y trabajos en desuso o desaparecidos. En su puesta en marcha fue fundamental la generosidad y apoyo de Santiago Morales Company y familia, que cuentan con el reconocimiento del Ayuntamiento.

El espacio museístico de contenido etnográfico reúne objetos variados de las labores del campo y de los oficios y tareas imprescindibles en la vida diaria, desde los aperos de labranza y herramientas para realizar los cultivos de siembra y recolección, de huertas y arbolado, hasta las necesarias para construir o reparar cualquiera de los objetos usados en las tareas cotidianas.

Está distribuido en nueve salas y dos patios. Sus fondos son en su mayoría donaciones de los vecinos de Fiñana, salvo algunos adquiridos por el Ayuntamiento. La colección se sigue incrementado con nuevas aportaciones.

Uno de los apartados de mayor interés es la colección de fotografía antigua, que cuenta más de 1000 imágenes, entre las que destacan más de 150 fotos originales del siglo XIX, aportadas por los vecinos. Muestran como ha cambiado Fiñana, así como los cambios en la forma de vestir y en el quehacer cotidiano de los hombres y mujeres.

Destaca también la sala que en 2003 se dedicó al conocido pintor y maestro de la acuarela Julio Visconti, fiñanero de nacimiento y nombrado Hijo Predilecto en 2004. Recoge una muestra de la obra donada por el artista y algunos enseres que donó al respecto.

Otro de los grandes atractivos del Museo son los espacios tematizados, como la Sala de Costura, donde se aprecia y conoce la confección realizada de todo tipo de prendas y bordados, así como los objetos y máquinas utilizados para ello. La Sala de la Matanza, que recrea un ambiente propio de la actividad de la matanza del cerdo, elaboración de embutidos y conservación de carnes por parte de las familias.

A estos espacios tematizados se unen La cocina, distintos estilos de dormitorios y las trojes y objetos de conservación del grano.

El Museo supone un viaje etnográfico a la vida de nuestros antepasados, un viaje de los últimos cien años que completa un itinerario histórico de varios siglos atrás, con la antigua Mezquita, la Alcazaba, el Aljibe o la propia Iglesia, que hacen de esta “villa hidalga, cautivadora y morisca” un lugar de obligada visita dentro de la provincia de Almería.