La ciudad de Vera comenzó a hacerse grande al amparo de la burguesía minera. El siglo XIX trajo consigo la minería y, con ella, las casas señoriales. Muestra ello es la Casa Orozco, ubicada en la calle del Mar, y que fue el domicilio de la saga familiar de los Orozco. Fue construida por Ramón Orozco Gerez, natural de esta localidad y que se había convertido en una de las más importantes fortunas de la provincia en el siglo XIX gracias a la explotación de las minas de la región.

Alcalde de Vera en la primera mitad del siglo XIX y diputado a Cortes en cinco ocasiones hasta la década de 1870, la comarca ha de agradecerle el desarrollo de la industria minera a través de la explotación del barranco Jaroso de Sierra Almagrera y por la fábrica de plomo situada en la localidad de Garrucha. Aún hoy puede visitar todo el entramado viario del ferrocarril minero que llevaba desde las minas, en la localidad de Bédar, hasta el puerto de Garrucha.

El inmueble se sitúa en la transición del neoclasicismo al historicismo más decorativo. Está integrada entre las principales casas señoriales de la provincia por su carácter monumental y representativo en sus tres plantas. En la actualidad, se encuentra en fase de restauración para su puesta en valor como museo de personaje histórico, dedicado a su primer propietario y a la industria de la minería.