Los grandes del celuloide hace ya cerca de cuarenta años que pusieron sus ojos por primera vez en las tierras veratenses. Corría el año 1974 cuando un joven Jack Nicholson se ponía a las órdenes del director italiano Mikelangelo Antonioni para rodar en la localidad importantes escenas de la película “El Reportero”.
En este lugar del entorno de la plaza de Toros se ubicaba el “Hotel de la Gloria”, un lugar donde el protagonista decide emprender un gran cambio, una huída que le lleva a distanciarse del pasado pero, también supone el inicio de una peligrosa investigación sobre intrigas políticas internacionales.
Desde la ventana abierta de par en par hacia la calle, con el fondo de la fachada del coso taurino, van apareciendo niños, policías, matones, la chica… y comienza a sentirse el peligro.
Resulta también inconfundible la escena del viaje en coche a través de una carretera que atraviesa una galería de árboles, justamente el acceso de la entrada de la Nacional 340 a la ciudad.
Con estas nuevas localizaciones, Vera hace que la provincia de Almería comience por aquella época a abrir nuevos caminos cinematográficos, sin limitarse a los Spaghetti Western, a los interiores rurales y los áridos paisajes desérticos que fueron los inicios de la provincia en el séptimo arte.
La llegada de las cámaras y de los grandes artistas internacionales revolucionó la ciudad, y permitió a muchos habitantes a actuar como figurantes. Como anécdota, el Cine Regio de la localidad, durante el rodaje, fue elegido para realizar las pruebas de los metrajes diarios.
© Proyecto de Musealización “Paisajes de Cine”.
